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Aproximaciones a la cultura ecológica a través de las tareas y destrezas del tiempo, el paisaje, la vivacidad y, sobre todo, del agricultor autosuficiente
Este libro plantea la posibilidad de relacionarnos mucho mejor con el entorno. De participar incluso en dos de las facetas más cruciales y que más satisfacciones pueden proporcionarnos: el cultivo de la tierra y la contemplación de los principales acontecimientos de los ciclos naturales.
Aquí se dan la mano lo que puede ser considerado un sencillo pero completo manual de agricultura ecológica con la descripción de las incesantes manifestaciones de lo espontáneo a lo largo del tiempo. Confluir con el paso de la vida sobre la piel del mundo nos abarrota de sensaciones y, por supuesto, de las múltiples y asombrosas novedades que convierten a la Natura libre en el más bello espectáculo del Universo.
No menos apasionante resulta conocer los secretos de esa vieja destreza humana que consiste en fomentar el crecimiento de las plantas para que sea posible el nuestro.
Todo ello es fruto del incesante incluirse de Joaquín Araújo en las tramas de la vida y de su igualmente dilatada práctica del cultivo de sus propios alimentos.
Joaquín Araújo dedica la mayor parte de su tiempo a la agricultura ecológica. Planta árboles, unos 23.000 lleva. Luego se empeña en escribir, hacer programas de radio y documentales, dar conferencias, hacer exposiciones y al activismo cultural. Colecciona sus propias dimisiones.
Está escribiendo sus libros 99 y 100 como único autor. Le han publicado además 11 como coautor y ha participado en otros 63 colectivos, a los que acompañan 8 enciclopedias: las dirigió o coordinó todas. Escribió unos 2.200 artículos y sigue. Comisario de 25 exposiciones. Guionista y/o director de 340 programas de TV. Otros 3.000 de radio, la mitad con secciones propias. Ha dado unas 2.300 conferencias. Le persiguen los premios: Global 500 de la ONU, dos veces el Nacional de Medio Ambiente, el del BBVA a la difusión del conocimiento sobre la biodiversidad. Es académico de la Real Academia de las Letras y de las Artes y medalla de oro de Extremadura. Y, sobre todo, pretende salvar a lo que le salva.